PUNTOS CARDINALES:
OESTE. Aquí nadie apagará nada, sino todo lo contrario.
NORTE. La temática y desarrollo de este blog dependerá única y exclusivamente de la fuerza y dirección del viento.
ESTE. El caprichoso autor se reserva el derecho de inventar un quinto, sexto y sucesivos puntos cuando le apetezca.
SUR. El lector dará a conocer este blog en sus círculos de amigos. Si tiene cuadrados de enemigos, que lo haga también allí.

sábado, 23 de marzo de 2013

Carnal y eléctrico



A oscuras todavía, mis sueños se han levantado hoy antes que yo amaneciera. Los he seguido hasta el balcón, alta puerta de mi casa que da a un mismo tiempo a la calle y al cielo. El fresco era ligero y el aire suave, agradable de respirar. He izado la vista por entre el toldo y los edificios, y mis ojos han mirado allá en lo alto algunas nubes pasar, livianas, tranquilas, grisáceas al través de un firmamento negro sin estrellas; me han parecido un leve pensamiento del mar sobrevolando la tierra. 

Estaba aún oscuro, y sin embargo se intuía el anuncio, como una melodía silenciosa, de las primeras notas del alba. Con los pasos del músico acercándose al escenario, ya empieza a sentirse la música aunque sus dedos no hayan alcanzado aún el instrumento. El sol lleva toda la noche escalando por la otra cara del planeta y está a punto de hacer cumbre; las rosadas puntas de sus dedos se aferrarán de un momento a otro al borde último del horizonte. 

La oscuridad cubriendo aún la calle y los tejados, doy la ya séptima u octava calada al cigarrillo, al fresco de esta última hora de la noche. El humo asciende entre la luz de las farolas como una nube seca. Desde el interior del salón, al otro lado de la puerta del balcón abierta de par en par, la computadora pronuncia en alta voz, como un credo, su oración matinal: "La base de datos de virus ha sido actualizada".

Ya dentro, me asomo a la otra ventana, la del mundo eléctrico. Leo que un amigo me escribe: "Tengo la extraña sensación de que has dejado de ser persona y te has convertido en un mensaje de correo electrónico a las cinco de la madrugada". Y en parte es cierto. Sí; también soy eso.

Unas veces soy carnal y otras veces eléctrico. Las nubes que anoche vi pasar son un una breve extensión de mar que sueña. Cuando no estoy aquí, estoy en la otra parte. Puedo estar donde sea o con quien sea, puedo estar dormido o estar despierto; pero ser soy siempre conmigo. Cambio a veces de estado, nada más; como el mar, para poder volar sobre la tierra.

 

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